En la tanda de penales Argentina anotó sus cuatro remates (Lionel Messi, Paulo Dybala, Leandro Paredes y Gonzalo Montiel), «Dibu» Martínez tapó el disparo de Kingsley Coman y Aurélien Tchouaméni desvió el suyo.
En su última noche mundialista, Messi abrió el marcador de penal a los 23 minutos del primer tiempo y Ángel Di María, otra de las grandes figuras, estiró la cuenta a los 32 de la misma etapa.
Mbappé forzó el tiempo extra con un doblete a los 35 y 36 minutos del segundo tiempo y luego quiso los penales cuando empató 3-3 a los 117, en el segundo suplementario, después de que Messi consiguiera el 3-2 a los 109, en un mano a mano colosal entre las dos celebridades del fútbol planetario.
Más de 80.000 fanáticos de Argentina deliraron en el estadio Lusail por la esperada conquista de la selección y elevaron a Messi al plano celestial de Diego Maradona, figura omnipresente en la memoria del hincha durante toda la competencia.
Argentina rompió una mala racha de 36 años
La «Scaloneta», que ya suma tres títulos por la conquista previa de la Copa América y la Finalissima, cortó con una racha de dos décadas sin consagraciones de equipos sudamericanos.
Sin más detalles, Scaloni avisó el día previo que sabía cómo jugar el partido, qué formación disponer y qué dibujo táctico utilizar. Lo ocurrido hasta el minuto 80 fue una clara demostración que el entrenador proyectó la final a la perfección, con una soberbia actuación colectiva de un equipo plenamente consciente de la oportunidad.


