Murió el Papa Francisco: «La vida se juega en equipo». En una vieja entrevista, el Sumo Pontífice comparó la vida con un partido de fútbol.
La entrevista que brindó el Papa Francisco en 2015 a TyC Sports dio mucho que hablar, por su pasión por el fútbol.
Jorge María Bergoglio falleció este 21 de abril a los 88 años y el mundo se paralizó. No es para menos: el Papa era argentino.

Murió el Papa Francisco: «La vida se juega en equipo»
«A mí me gusta decir que la vida es un partido. Las situaciones hay que atajarlas… La vida hay que tomarla como viene. Después, qué hacemos con eso, pero no hay que dejarla pasar. El partido hay que jugarlo. Y, en el partido de la vida, pongamos en juego los valores que queremos para nuestros jóvenes y nuestros niños», decía el Papa a TyC.
Y agregó: «No es un partido para ganar dinero, para enriquecerse. Al final, terminás solo, con tu dinero, riqueza, egoísmo, con tu soledad. Es un partido que se juega en conjunto, en equipo. Ese es el valor del deporte. Solo no se puede jugar. De ahí, el trabajo que nosotros hacemos con los chicos… Es para que, en cada gol, crezca todo el equipo, no sólo el que lo patee. Y que haya menos excluídos».
En ese sentido, remarca: «Me acuerdo, tenía 9 años, la campaña del 46 de San Lorenzo, con un equipo que rara vez se repita en la historia. Se veía: uno se la pasaba al otro, al otro, al otro… Y no se comía la pelota, sino que la daba para lograr que el equipo hiciera el gol. ¿Quién es el goleador? El goleador material era uno, pero el verdadero goleador era el equipo. El que hizo el gol no podría haberlo logrado sin el equipo atrás. Valores de solidaridad, trabajo en equipo, trascendencia comunitaria, que nos privan de todo egoísmo».
«Por eso es importante que en cada gol crezca el equipo y haya menos excluídos. En un equipo no se excluye a nadie. Y el trabajo de este partido de la vida, para que crezca la sociedad pero como sociedad y que haya menos excluídos. Y que en el partido de la vida, pongamos en juego todos los valores que queremos para nuestros jóvenes y niños. Esta es nuestra ilusión, nuestro proyecto, nuestro trabajo. Que Dios nos ayude a llevarlo adelante, pero no solos: todos», concluía el Papa.